Ya estamos aqui

No sé cuando comenzó a utilizarse la palabra monólogo en clave de humor por estos lares. Supongo que antes del Club de la comedia, pero no logro recordar en qué fase de la historia se integró en nuestro vocabulario. Antes teníamos a los cómicos contando un sin fin de chistes, bastantes realizando monólogos, pero no les llamábamos monólogo, o por lo menos no yo. Esto viene a cuento, por la avalancha de actuaciones que hemos tenido en los dos últimos meses de monologuistas. Desde Rober Bodegas a Sergio Pazos, pasando por Dani Mateo, Manquiña y varios más. Afortunados que somos.
Vamos a comparar entonces lo que hemos visto, Bodegas, Mateo y Noites de Retranca (Manquiña, Pazos, Luis Zahera de una tacada). Dos horas, una hora y dos horas, ese fue el tiempo que duro cada actuación, gana aquí por tanto Bodegas, que en E un condón por se pillo, te suelta del tirón 2 horas de historia llena de humor y bien graciosa, uno de los mejores humoristas que hay por Galicia. Uno de sus mejores momentos fue cuando lo interrumpe el sonido de un móvil de un gallo, tremenda improvisación que salió de la nada, si lo hubiera preparada no saldría tan perfecto, en 3 minutos machacó a la propietaria del móvil a base de chistes grandiosos. Hay que ver la plasticidad mental que algunos pueden tener. Un detalle, la actuación coincidió con el "mítico" partido Madrid - Barça de liga y por suerte y esperanza para esta sociedad, el auditorio se llenó. Sobran comentarios.


Siguiendo en orden, Dani Mateo estuvo igualmente bien, pero claro una horita escasa. Todo parecía más controlado, los tiempos, los gestos,... un monólogo bien preparado, pero el problema fueron algunos chistes que seguro que fuera de Galicia o en Madrid más particularmente triunfarían más, en esto parte con desventaja con respecto a los autóctonos de por aquí. De todos modos unas grandes risas y además el chico muy amablemente, al ver que el escenario no estaba muy lleno invitó a todo el público a sentarse en las filas de delante. No sé cómo les sentaría a los que pagaron 5 € de más, pero a él seguro que le daban igual y el gesto ahí quedó.


Por último, Noites de retranca con Pazos, Manquiña y Zahera, el primero haciendo de presentador para la actuación, el más flojo, aunque tampoco era su cometido soltar un monólogo sino animar y en eso cumplió de sobra. El monólogo de Zahera fuy bueno, le faltó un buen final, porque cortó de repente, cuando podía haber dejado mejor sabor de boca y finalmente Manquiña, muy bueno, sin más, haciendo de padre retrógrado y reaccionario.



Espero que este año podamos disfrutar del humorista, contador de historias, monologuistas,... que más me gusta, Carlos Blanco. Sería una decepción que este año no pasara por aquí. Vamos a dejarle tiempo de que prepare cosas nuevas aunque le damos permiso para que nos cuente sus historias de siempre.

Humoristas, cómicos, monologuistas, contadores de historias,... llamen como se llamen , que continúen haciéndonos reír.