Ya estamos aqui

Una vez pasada la semana del cine de autor de Lugo de la que ya os hablé, toca comentar las pelis que me vi. Fueron tres, dos el lunes y una el jueves, no había tiempo para más, pero casi que eran las que más me interesaban.

La primera fue La Batalla de Hadiza (Ojo SPOILERS), un plato fuerte de entrada, con la guerra de Irak de fondo, y el punto de vista de los diferentes implicados. Los militares de acción, los de decisión, los insurgentes, el pueblo y los mercenarios árabes cabreados con los americanos. La película se centra más en las militares americanos, en un sargento en especial. Pero es curioso que tanto los insurgentes como los militares acaban diciendo que han ganado la batalla, esa batalla iniciada por el enterramiento de una bomba en la carretera a la luz del día, a la vista del pueblo, en frente del pueblo, de sus casas, sin opción a delatarlos por el terror a las represalias muyaidines. Sólo les queda esperar, esperar que los acontecimientos se sucedan y los envuelva como un torbellino, no se plegarán ni a los americanos ni a los insurgentes, los ignorarán y permanecerán pasivos, celebrando su día a día y sus fiestas. La bomba explota, mata a un militar yanqui de un convoy, el resto de compañeros solicitan de sus mandos el permiso para contraatacar, y allá van, arrasando casa por casa, llegan más refuerzos que arrestan a los que quedan vivios, ninguno insurgente, los hombres que pusieron la bomba, por un puñado de dólares, graban todo a lo lejos, la masacre yanqui, para poner de su parte a la gente del pueblo, que vean cómo los americanos asesinan a familias sistemáticamente, ganan la batalla, unos y otros. Pierde el pueblo, los soldados martirizados por las muertes a los que sólo les queda la locura. A lo lejos hay un helicóptero, un avión o un gran hermano flotando, con ojos que todo lo ven, y va y le pregunta a su dueño, ¿qué hago, un varón adulto porta una azada en la oscuridad, posible cavador de agujeros para bombas?, el dueño supremo medita segundo y medio, Elimínelo. Sólo queda humo, el mismo humo de la noticia internacional del atentado a los militares americanos, que valientemente apresaron y mataron a insurgentes iraquíes. Los buenos ganan, los malos pierden.