En ese momento mis ojos se abrieron. Claro que casi al instante se volvieron a cerrar, había demasiada luz en... ¿en dónde estaba?, con los ojos entrecerrados, acostumbrándolos poco a poco a la claridad del lugar, intenté reconocer las formas que me rodeaban: una mesa y una silla, un armario, una bombilla (de 100 por lo menos) y una cama. Estaba tumbado sobre la cama, parecía sencilla con un colchón sin sábanas de un extraño color marrón, un poco dura quizá. Poco a poco mis ojos se fueron acostumbrando a la luz, abarcando perfectamente toda la habitación de paredes blancas. Y todo eran paredes no había ni puertas ni ventanas. Una sensación extraña empezó a recorrer mi cuerpo, haciéndose más intensa en el pecho. Al momento me hizo pensar en un ataque al corazón pero mi cabeza me contestaba que eso era imposible, ¿o no?. Cierro los ojos, 1,2,3,4,5,6,7,8,9,...los abro lentamente. No pasa nada, sigo en la "habitación", recorro todas sus paredes pero no encuentro ni una rendija, son más muros sólidos que otra cosa. No puede ser. Cómo es posible. Una pesadilla, estoy dormido en mi casa y ahora en un segundo me despertaré y todo volverá a ser como antes.
Dejé que pasara el tiempo, no sé supongo que unos minutos, uno nunca sabe en sueños cómo pasa el tiempo, pero no ocurrió nada. Todo seguía igual, sólo que tomé conciencia de que no se producía ningún sonido, era como un vacío, estar en una cámara silenciada, es más ni siquiera intenté gritar pidiendo ayuda, sabía que no se me oiría. Al fin y al cabo seguía pensando que era un sueño.
Después de los pellizcos y unos cuantos golpes en las paredes, mi preocupación se incrementó exponencialmente, no estaba dormido. Al poco rato estaba gritando pensando que era totalmente inútil, qué otra cosa iba a hacer.
jueves, diciembre 15, 2005
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