Los Zombis están de moda, eso me decía un amigo hace unos meses, para continuar diciendo, pon un zombi en cualquier cosa que vende. Igual un pelín exagerado, pero la realidad es que en el mercado del entretenimiento, ahora mismo, el tema tiene mucho tirón, para muestra sólo hay que ver la cantidad de películas que se han hecho sobre zombis, videojuegos, libros,... y lo que queda. La verdad es que ante los vampiros gusiluz y hombres lobo depiladitos, los zombis al menos son zombis, sí hay dos variantes, zombi o infectado, de los que corren a dolor o de los que medio se arrastran en busca de alimento.

El origen de los zombis está bien estudiado y se puede encontrar mucha documentación por internet adelante sin demasiado esfuerzo. Que si de Haití, que si el veneno del pez globo, que aún hace poco pude observar en vivo,... así que el que se quiera ilustrar ya sabe.


La razón de esta nueva entrada es el haberme visto dos series de zombis seguidas, la inglesa Dead Set y la americana The Walking Dead, y he de decir que bastante mejor la segunda que la primera. Dead Set tiene un argumento muy interesante, creo que la evolución lógica del trasfondo zombi, ese que reflejaba Romero en ese Centro Comercial rodeado de muertos vivientes, un foco de atracción humana que se ha perpetuado en el tiempo (todos hemos sido zombis al menos una vez en la vida). Para mí mezclar Gran Hermano con Zombis es una de las grandes consecuencias lógicas de la historia, no es una genialidad porque es que cae de cajón, un montón de zombis rodeando la casa de Gran Hermano, observando por los falsos cristales de Gran Hermano. La pena de Dead Set son dos cosas fundamentales, los zombis son del tipo infectados, de los que más te vale estar descansado si te cruzas con ellos, y sí, facilitan las cosas en las escenas de acción, pero no, ya cansan. Y segundo, ojo spoilers, se ha desperdiciado un buen final, en el que los personajes de gran hermano actuaran para un público zombi para siempre (al menos hasta que se queden sin alimentos), y no que lleguen los zombis y acaben con todos los participantes. Creo que hubiera sido mucho más justo y divertido el final que no escogieron.

En fin, después tocó The Walking Dead, cuyo origen viene, según parece, deun buen comic yanki. En resumen la serie empieza muy bien, y va decayendo, sobre todo en los episodios finales, el último ya con varias cosas bastante patéticas, pero en su conjunto bastante aceptable y sí, menos mal, son zombis de verdad, o casi, porque algo choca ver a un zombi coger objetos o subir escalerillas. Pero tal como están las cosas, es de agradecer el regreso al zombi tipo, esos que acaban contigo mediante la técnica marabunta, algo así como hicieron los rusos frente a los nazis en la 2ª Guerra Mundial.



Buenos momentos para ser zombi o sólo aficionado, eso sí, absténganse aquellos con elevada sensibilidad o que hayan pasado por las guerras modernas en el extinto siglo pasado. Como por ejemplo el escritor Arturo Pérez Reverte (leer esto) del que sería interesante descubrir cómo le saldría un libro de zombis, seguro que lo iba a vender bien.